Tengo 3 hijos, la mayor, Sofía, de 3 años de edad aprendió a nadar hace un año con Kat; hace un par de semanas estuvimos en un paseo en los cayos y mi hija se cayo del bote. Nos asustamos mucho (sus padres) porque ella no.
Salió a flote y se sostuvo en el agua flotando mientras la sacaron.

En ese momento me di cuenta la importancia de aprender a nadar desde pequeños. Todos los niños en una ciudad como esta, rodeada de agua, deberían hacerlo.

Gracias Kat no sabes como agradecí a Dios tu profesión en ese momento y el haberte conocido a tiempo.

Paola



Katiuska: muchas gracias por el esfuerzo y empeño para motivar a Isabella!

Que Dios te bendiga!

Con cariño

Sandra, Catalina e Isabella



Hola! Soy Asun, una abuela de 17 nietos.
Cada uno, tenemos nuestro camino. El mío, es llegar a los sitios, aunque sea un poco tarde.
Nunca se me han dado bien los deportes. No conseguí patinar, ni hacer bien la gimnasia, ni jugar baloncesto, tampoco el tenis, golf... Pero, me gusta el agua!
Ya mayor, toda una abuela, pensé que era tonto nadar como un perrito, sin atreverme siquiera a meter la cabeza dentro del agua.
Habría algún modo de remediar esto?
Conocí a Katiuska.
En cierta medida Katiuska ha cambiado mi vida (la acuática).
A mi parecer, no es que haya aprendido mucho, pero lo que aprendí... no se me olvida! No soy la misma, ahora, en la piscina disfruto mucho mas ya ni me da vergüenza que la gente me vea nadar.
Además, la simpatía, el entusiasmo, el aliento (animo, lo haces muy bien) nunca faltan en ella, y te hacen disfrutar de las clases.
Es un buen consejo. No importa la edad, son lecciones que valen para siempre.
Decídanse a contar con ella. Me lo van a agradecer.


Asun